Tener devoción religiosa por una marca es síntoma de que algo no te anda bien en la cabecita. Si juntas eso con una pandilla de
sinclases, tienes una galería de los horrores del tatoo como la que
ha publicado SneakerFreaker.
Dos muestras: el pardillo con dos Swoosh en la cara y el logo de adidas Performance carcelario.

1 comentario:
Lo que no soy capaz de imaginarme, es a alguien con un air jordan en el gemelo...
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